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Cada
día existen mayor cantidad de pruebas que demuestran que la actividad física
regular es beneficiosa para la salud, a diario recomendamos a nuestros
pacientes ejercitarse; pero pocas veces tomamos en cuenta aspectos como el tiempo
de inactividad, deportes que con anterioridad haya practicado de manera
recreativa o regular, disposición al ejercicio y limitaciones físicas para el
mismo, enfermedades que pudiesen representar más un riesgo ej. cardiopatías,
edad del individuo entre otros.
Generalmente
a quienes nos toca recomendar el realizar actividad física en beneficio de su salud son adultos que llegaron
a nuestra consulta por presentar alguna patología, muchos de ellos sedentarios,
con sobrepeso u obesidad, hipertensión, diabetes, fumadores o con problemas
articulares; es decir personas cuya condición física no es la misma que la de
un adulto joven que se va a iniciar en cualquier actividad física. Sin embargo,
ninguna de estas limitaciones debe ser la excusa para no guiar y estimular a
nuestros pacientes a ejercitarse.
Al
recomendar el ejercicio físico debemos tomar en cuenta varios aspectos
importantes:
1.
Preferir
el ejercicio aeróbico antes del anaeróbico es decir recomendar inicialmente
caminatas en sitios planos a un ritmo regular y constante; si es a diario mejor
de lo contrario existen suficientes evidencias que ejercitarse al menos 3 veces
por semana por periodos de hasta 10 minutos son beneficiosos para la salud. Una
vez adaptado se pueden incrementar las distancia y tiempos de ejercicio. Otras
actividades como la natación y el ciclismo son equivalentes en el beneficio de
caminar.
2.
Antes
de comenzar a ejercitarse es deseable una evaluación médica de preferencia por
el médico internista, esta evaluación no debe ser compleja con la historia
clínica y exámenes de laboratorio, electrocardiograma y estudios radiológicos
es suficiente para una aproximación inicial a las posibles limitaciones o
riesgos del ejercicio en el paciente; a partir de esta exploración se decidirá
si son recomendables otras exploraciones como prueba de esfuerzo en pacientes
bien seleccionados.
3.
Al
momento de ejercitarse recordar la importancia de ejercicios de estiramiento
minutos antes del inicio de la actividad muchas de las lesiones que ocurren en
deportistas de ocasión no son producto del ejercicio per se sino por no seguir
esta recomendación.
4.
Orientar
al uso de ropa y calzado adecuado para el ejercicio recomendado; el que sea
adecuado no es necesariamente sinónimo de costoso, más aún si la práctica del
ejercicio va a ser recreativa y no profesional o semi profesional. Especial
atención a la selección del calzado adecuado importante para evitar molestias
en pies, rodillas y zona lumbar.
5.
Advertir
que si ha pasado mucho tiempo sin ejercitarse es posible que surjan algunas
molestias físicas, dolores musculares o articulares, fatiga entre otros; si las
molestias son intensas o continuas es mejor parar temporalmente la actividad y
revisar que se está haciendo mal, generalmente esto ocurre cuando hay sobre
entrenamiento o una técnica inadecuada en la ejecución de la actividad.
6.
Todo
plan de ejercicio debe ir acompañado de una dieta adecuada; pocas veces tomamos
en cuenta recomendar la ingesta de líquidos abundantes para garantizar un
estado de hidratación adecuado especialmente si el ejercicio se va a ser
vigoroso o en climas desfavorables con temperaturas y condiciones de humedad
relativa altas (caliente y húmedo).
7.
Así
como existen recomendaciones antes de hacer ejercicio, no es menos importante
prestar atención al periodo de recuperación repitiendo algunos ejercicios de
estiramiento y prestando atención al descenso de la frecuencia cardiaca y
algunos síntomas relacionados a la fatiga y agotamiento físico. (Hay disponibles
el mercado monitores portátiles de frecuencia cardiaca unos más costosos que
otros no estrictamente necesarios)
8.
Llevar
un diario donde se registren datos como tiempo de ejercicio, distancia,
frecuencia cardiaca antes de comenzar y después de la actividad física,
molestias o síntomas durante y después del ejercicio.
En
consultas posteriores compartir con el paciente su experiencia donde es
importante tomar en cuenta la vivencia del individuo, su actitud y motivación
para seguir ejercitándose; un importante número de personas deja de ejercitarse
en algún momento; las razones son múltiples: falta de tiempo, aburrimiento,
molestias físicas o lesiones, desmotivación, fatiga o cansancio etc.
Dr. Carlos E Fernandez R
Medicina Interna.
drcarfer@gmail.com